Aquí les dejo un vídeo muy precioso sobre la solidaridad y liderazgo, y que en estas fiestas de navidad y fin de año nos hagan reflexionar, que nos demos cuenta que no todo es regalos materiales, que lo más importante es lo espiritual lo trascendente y estar juntos.
Quiero citar un articulo del Profesor Jackson Buchelli Perales que publico en un boletín de la UPC (Escuela de Postgrado) muy similar a este vídeo que es muy hermoso.
El sábado pasado estuve en la graduación de mi sobrina, y un docente (que tambien era padrino de la promoción) comentó esta pequeña historia. “En los últimos juegos paraolímpicos, en la carrera de 200 metros planos, al sonar el disparo todos salieron corriendo, no como grandes atletas, pero sí con todas las ganas de llegar a la meta y llevarse una medalla. A los pocos metros un pequeño se cayó, se lastimó las rodillas y se puso a llorar. El resto del grupo, al oírlo, se detuvo para ver qué sucedía. Una pequeña con síndrome de Down fue la primera en regresar y llegar hasta el niño caído y lloroso, le besó las heridas y le dijo ‘con esto se sanarán’... y todos los atletas lo ayudaron a ponerse de pie, y todos juntos tomados de la mano y con una gran sonrisa en los labios llegaron en una cadena humana a la meta. El público aplaudió de pie este gesto, esta actitud...”
Realmente me pareció una historia fantástica para compartirla con todos ustedes mis queridos lectores; ya que nos muestra que, para llegar a nuestra meta no debemos correr como los caballos, con anteojeras y fijos en un punto, sino que debemos tener la vista fijada en toda la meta y estar atentos a las alertas que nos arroja el entorno para poder aplicar las acciones correctivas que nos lleven a todos juntos a lograr el mejor resultado en conjunto.
En la vida diaria podemos ver que la unidad y la actitud de llegar juntos a la meta es inversamente proporcional al tamaño del grupo humano. Cada área quiere llegar y cumplir sus objetivos, cada uno por su cuenta. Cada trabajador quiere cumplir con sus objetivos individuales y quedar bien ante el jefe, pero ¿y el resto de la corporación? ¿Y los clientes? ¿Y los proveedores? ¿Y los mismos empleados?
No olvidemos que el liderazgo no es mandar, es dar el ejemplo en tomar la mano del caído, ayudarlo a levantarse y tratar de llegar juntos a la meta. Así como la simpleza del alma de estos chicos Down, así el liderazgo empieza con acciones simples y sin malicia, en busca del bien común.
Acumular estas acciones nos hará llegar a la meta, todos de la mano,... sólo es cuestión de actitud
Quiero citar un articulo del Profesor Jackson Buchelli Perales que publico en un boletín de la UPC (Escuela de Postgrado) muy similar a este vídeo que es muy hermoso.
El sábado pasado estuve en la graduación de mi sobrina, y un docente (que tambien era padrino de la promoción) comentó esta pequeña historia. “En los últimos juegos paraolímpicos, en la carrera de 200 metros planos, al sonar el disparo todos salieron corriendo, no como grandes atletas, pero sí con todas las ganas de llegar a la meta y llevarse una medalla. A los pocos metros un pequeño se cayó, se lastimó las rodillas y se puso a llorar. El resto del grupo, al oírlo, se detuvo para ver qué sucedía. Una pequeña con síndrome de Down fue la primera en regresar y llegar hasta el niño caído y lloroso, le besó las heridas y le dijo ‘con esto se sanarán’... y todos los atletas lo ayudaron a ponerse de pie, y todos juntos tomados de la mano y con una gran sonrisa en los labios llegaron en una cadena humana a la meta. El público aplaudió de pie este gesto, esta actitud...”
Realmente me pareció una historia fantástica para compartirla con todos ustedes mis queridos lectores; ya que nos muestra que, para llegar a nuestra meta no debemos correr como los caballos, con anteojeras y fijos en un punto, sino que debemos tener la vista fijada en toda la meta y estar atentos a las alertas que nos arroja el entorno para poder aplicar las acciones correctivas que nos lleven a todos juntos a lograr el mejor resultado en conjunto.
En la vida diaria podemos ver que la unidad y la actitud de llegar juntos a la meta es inversamente proporcional al tamaño del grupo humano. Cada área quiere llegar y cumplir sus objetivos, cada uno por su cuenta. Cada trabajador quiere cumplir con sus objetivos individuales y quedar bien ante el jefe, pero ¿y el resto de la corporación? ¿Y los clientes? ¿Y los proveedores? ¿Y los mismos empleados?
No olvidemos que el liderazgo no es mandar, es dar el ejemplo en tomar la mano del caído, ayudarlo a levantarse y tratar de llegar juntos a la meta. Así como la simpleza del alma de estos chicos Down, así el liderazgo empieza con acciones simples y sin malicia, en busca del bien común.
Acumular estas acciones nos hará llegar a la meta, todos de la mano,... sólo es cuestión de actitud