Hoy
estuve leyendo el libro
"Gobierno de Personas en la Empresa"y dentro de un capitulo acerca de la persona humana, encontre este cuadro con cuatro cuadrantes, EXITO, FRACASO, PLENITUD Y VACIO.
El ser humano durante toda su vida suele desplazarse por alguno de estos 4 cuadrantes, si pudiésemos dibujar una grafico acerca de nuestros años vividos en relación al éxito y fracaso, pues dibujaríamos una grafica con picos y caídas, pero a lo largo siempre caería, el declive suele llegar, el prestigio se acaba y el poder se diluye aunque sólo sea como consecuencia del envejecimiento y la pérdida de las capacidades que antes se tenían.
La cultura del éxito esta muy difundida. Aunque ciertamente es un concepto muy confuso y relativo, suele entenderse por éxito el logro de las metas que uno se propone y alcanzar el poder o riqueza material, el tener. Y como se proyecta la vida con ese enfoque, ésta resulta un fracaso si no se alcanza lo que se persigue.
El profesor Leonardo Polo decía acerca del éxito: “Siempre resulta prematuro, llega antes de tiempo y puede embriagarnos si aun no estamos preparados y no somos capaces de digerirlo”
El éxito se presenta mayormente en la adultez salvo excepciones como es Mozart quien desde muy niño fue reconocido como superdotado, pero usualmente en las personas comunes este ha llegar en las etapas avanzadas de la madurez.
Este cuadro nos da un panorama de las elecciones o decisiones que usualmente tomamos en nuestras vidas, quien no quisiera siempre estar en el eje del éxito y la plenitud y desechar el cuadrante “C” .Pues bueno al éxito y al fracaso hemos agregado dos ingredientes que son “plenitud y vacio”; la plenitud y el éxito no son cosas opuestas, sino simplemente distintas.
Quien no quisiera estar en en cuadrante “A” entre “éxito y plenitud”, seria lo más idóneo para cualquier persona. Hay algunas personas que buscan usualmente el camino mas corto para poder alcanzar sus objetivos sin importarles los demás y suelen pasar por encima de todas esas personas, aquella persona suele ubicarse en el cuadrante “D”, este cuadrante es el de la corrupción, solemos llegar al poder sin importarnos los demás, si tenemos que hacer cosas malas para llegar a nuestros objetivos lo hacemos sin importarnos nadie, para mi este cuadrante es el cuadrante que degrada al ser humano.También tenemos el cuadrante “B”, la combinación entre el éxito y el fracaso; en este cuadrante el ser humano suele dar lo mejor de si pero a veces fracasa, es común en mucho de nosotros, este es el paso previo para poder llegar al cuadrante “A”, alguna vez hemos dicho “Yo di todo de mi y no logre lo que quería”, esta frase es característica de este cuadrante.Luego tenemos el cuadrante “C” este es muy peligroso, en algunas personas suele entrarle la depresión e incluso conduce al suicidio.
El único proyecto de vida que merece la pena es la búsqueda de la plenitud: el servicio a los demás, contribuir desde el propio lugar a mejorar la sociedad. Todos estamos vinculados con algo o con alguien somos parte de una cadena. Lo importante es saber cuales y como son nuestros vínculos y con quienes estamos vinculados, para poder orientar nuestra capacidad de dar y servir. Nuestra voluntad tiene que actuar, no puede ser estática; por lo tanto, o sale hacia fuera o se curva hacia dentro. O nos enclaustramos en nosotros mismos de manera egoísta y empobrecedora, o salimos a descubrir a los demás para ayudarlos a ser mejores a pesar de las dificultades propias y ajenas.
"Sin los errores de su razón, siempre sabría lo que hay que hacer; sin los desmayos de su voluntad, jamás rehusaría hacerlo, y tanto esos errores como esos desmayos son índices de una libertad. Sin embargo, no son estos los que constituyen la liberta. Donde no pueden producirse, como en los bienaventurados, la libertad reina eternamente, pues si hacer el mal es ser libre, hacer siempre el bien es igualmente ser libre". Tomás de Aquino, ACERCA DE LA VERDAD, XXII, 6.
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