Ya se decía que el futbol desata pasiones, y lo comprobamos hace muy poco en los partidos que se vienen jugando en el mundial. El futbol es la oportunidad para que pequeños países que no resaltan en otros aspectos como sociales, económicos, políticos tengan algunos minutos de gloria y griten al mundo entero que también existen. Lo dijo en una ocasión el camerunés Roger Milla: «Gracias al fútbol un país pequeño puede ser grande».
Pero, ¿porqué el futbol desata pasiones?, simplemente porque en estudios empíricos hechos se concluyen que la incertidumbre es la variable más importante dentro del desarrollo de este desenlace deportivo, puesto que en un encuentro del mismo se puede dar el caso que un equipo que puede tener jugadores valorizados en varios millones de dólares pierda con uno que sus jugadores no sean tan cotizados como los primeros. Hace muy poco se vio como Argelia le gano a un equipo como Alemania o como Uruguay ha logrado pasar a semifinales de la copa del mundo, una demostración de lo dicho anteriormente.
Pero a pesar que el futbol mueve millones de millones sigue siendo tan primitivo decía el profesor Francisco Alcaide en uno de sus artículos, puesto que 11 jugadores contra otros 11 corren en un campo de 100 x 60 tratando de meter una pelota en un arco. El sociólogo brasileño Roberto Matta, escribía: «La inmensa popularidad del fútbol es porque en la cancha se vive algo así como la sociedad perfecta: absoluta igualdad, equidad, libertad dentro de ciertas reglas, no hay favoritismos, cada cual vale por su talento, méritos, y eso da una idea de una sociedad perfectamente organizada».
Hace ya muchos años nuestro país no clasifica a un mundial, esperemos que con nuestro nuevo técnico logremos llegar al mundial de Brasil, puesto que los peruanos estamos con mucho hambre de gloria futbolística y no queremos irnos sin antes a ver visto a nuestra selección disputando un mundial como lo hizo nuestros hermanos países de Chile, Uruguay (3 millones de habitantes) y Paraguay que dignamente se han ganado un espacio en el llamado planeta tierra.
«El fútbol, patria de todos los desheredados del planeta, continua siendo una vitrina esencial para aquellos que no quieren morir en la insignificancia».
Entradas
